A mediados del siglo XVI un nuevo estilo estaba emergiendo, el Barroco, primero en Italia y más
tarde en Francia, bajo el reinado de Luis XIV.
El Barroco vino a dar una nueva vida, en forma impetuosa y exuberante, a fórmulas existentes antes del Renacimiento, desbordando normas clásicas y rompiendo estructuras tradicionales.
Durante la primera parte del siglo, el nuevo estilo tuvo influencia en las superficies, pero no en las formas. Sin embargo, en el último cuarto de siglo, se produjeron numerosas novedades.
Entre ellas, una mayor utilización de las cariátides (figura femenina esculpida, empleada a manera de columna) como soporte, junto con patas torneadas en espiral y volutas que eran
diferentes de los modelos del primer renacimiento.
Este estilo tiende a considerarse como un ordenador de masas y conjuntos, estructurador de
accesorios y detalles para lograr la obra armoniosamente completa.
El excelente artesano André Charles Boullecreó formas y detalles inusuales con taraceas que combinan metal (peltre, oro, bronce o plata), carey y ébano en diseños que formaban yuxtaposiciones imaginativas de motivos clásicos: parecía como si la inspiración básica fueran
antiguos frescos romanos.
El mueble se hace más confortable y elegante, decorado con una gran riqueza vemos que ha
heredado la nobleza de las formas anteriores y adquirido gracia y majestad.
Como novedades técnicas, los ensamblajes se realizan en las caras libres del torneado, con la
intención de que la unión sea lo más resistente y sólida.
Para fabricar los muebles de madera maciza se emplean principalmente el roble y el nogal; esculpidos o tallados, con un mayor relieve que permite el ébano, no pierden el aire frío y
ponderado del mueble burgués característico del estilo.
A finales del siglo XVII, se empezaron a utilizar frontales curvados en piezas grandes, como armarios y cómodas con cajones, que reflejaban la nueva arquitectura barroca. Destacan la
fabricación de escritorios de influencia italiana, los cabinets.
En las sillas, se pusieron de moda los tallados elaborados y los respaldos altos. Tanto las piezas inglesas como las continentales se realizaban con asientos y respaldos de rejilla como alternativa
a la tapicería.
También se realizaron sencillas variaciones de estas sillas con partes torneadas en lugar de
talladas, pero se seguían utilizando los respaldos altos.
Mobiliario Luis XIV
Luis XIV llamado también “el rey del sol” fue un gran promotor de la cultura, su gran interés por las artes en general llevó a Luis a fundar “La Academia de pintura y Escultura(1655)” “la Academia Francesa de Roma (1666)” y “la Academia de Arquitectura (1671).
Al hablar del estilo Luis XIV, hay que distinguir tres periodos: el comprendido entre (1643-1661) durante la regencia y dominado por la influencia italiana; el segundo corresponde al esplendor
del reinado; y el tercero a los últimos años del s. XVII.
El mobiliario más elegante y elaborado del barroco se realizó para la corte de Luis XIV.
El estilo Luis XIV (1638-1715) combina la curva con elementos rectilíneos y marca francamente los ángulos rectos.
El nuevo estilo ama la plenitud formal y la magnificencia, entre ellas, abundancia de detalles, uso
del dorado y riqueza de los materiales, todo ello con sentido suntuario.
Abundan las aplicaciones de bronce para reforzar los ángulos y las molduras, que sustituyen a la talla hasta ocultar muchas veces la madera; el mueble llega a ser una escultura que constituye su estructura propiamente dicha. También las tapicerías alcanzan una extraordinaria importancia.
Podemos distinguir tres clases de muebles: los dorados, los tallados en su totalidad y los que llevan aplicaciones de bronce y marquetería.
La marquetería y chapado se reserva para los muebles de gran superficie: armarios y cómodas, mientras que en sillas, mesas y consolas, se usa la talla. La madera se dora al temple y los
muebles de asiento se tapizan todos.
Los bronces dorados refuerzan con escuadras los ángulos de las puertas y darán carácter a los muebles durante todo el siglo XVIII y quedan como un importante elemento decorativo.
Gracias a la línea curva los asientos pierden rigidez y toman un aspecto más grato y familiar.
En los muebles de lujo se abandona por completo el torneado, tan usado en el estilo Luis XIII. Mucho más confortables que el estilo anterior, son de madera tallada, con espalda ancha, alta y rectangular, inclinada hacia atrás y buscando siempre la comodidad del que los usa.
En la corte de Versalles, a los cortesanos se les permite utilizar los taburetes, mientras las sillas están reservadas a los señores y a los príncipes de sangre; por lo tanto a esta silla se le llama silla
de “usage”.
Los sillones irán evolucionando, se agrandará la base, el respaldo se inclinara y será mas alto que ancho, las patas están unidas por chambranas o travesaños en forma de X o H, recubiertas en
tallas doradas, los brazos sinuosamente curvados.
Todos los asientos están tapizados con terciopelo, brocados, satén o damasco.Surge la cama de reposo en 1660. Permite a las damas recibir a las visitas recostadas sobre la cama. Es una cama larga y estrecha, con una estructura de madera esculpida, dorada o lacada y con las patas de león.
Además de los muebles los complementos cobran gran importancia: pedestales, relojes de pie y de mesa con ricos adornos, candelabros, gueridonsde madera, colaboraron para crear un deslumbrante ambiente.
Principales Características:
Mobiliario cada vez más lujoso, pero contrariamente a los estilos precedentes no se inspiraba en la arquitectura.
La simetría era absoluta, y las dimensiones ostentosas. Las fuentes de los motivos eran italianas y antiguas.
Se empleaban ricas telas para tapizar.
Los muebles eran robustos y de gran escala. Algunas de las piezas primitivas se hicieron en plata pura; pero más tarde se empleo el roble o el nogal tallado y dorado.
El bronce dorado se utilizaba para las lámparas, los apliques de pared, los candelabros, los relojes y las molduras. Los colores favoritos del estilo Luís XIV fueron los rojos, los azules y los verdes brillantes.
Las patas con formas de columnas, ricamente adornadas, se utilizaron para sostener mesas, sillas y arcones.
Los bronces dorados refuerzan con escuadras los ángulos de las puertas y darán carácter a los muebles durante todo el siglo XVIII y quedan como un importante elemento decorativo.
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